miércoles, 26 de enero de 2011

Extraño







Piensa en su vida, en los días en que supo con certeza que no era un gran pianista, que permanecería siempre a este lado de la belleza, entre quienes la contemplan, la admiran, la disfrutan, pero jamás la crean, jamás la poseen, la dominan.
Aunque siente rabia, la música impone su pureza, le distancia de sí mismo.

Puede que esté viajando lejos de sí, ni feliz ni miserable.
Extraño.



Saber perder. David Trueba.

1 comentario:

Unknown dijo...

Quizás sea eso lo que lo haga especial; aquello que se alza inalcanzable es más deseado, como la femme fatal ...

Un abrazo, Pedro.