De vez en cuando entro en periodos de auténtica angustia.
Me pesan los párpados, me aprieta el pecho, el corazón no me baja de 200 r.p.m. (reproches por minuto) y tengo el alma tan cansada que no me levantaría de la cama por nada del mundo...
No descanso y entre duermevelas confusas y agobiantes, hago de cada pequeño estorbo un problema de dimensiones cósmicas.
Me molesta la luz, la oscuridad, me mareo y esbozar una sonrisa se hace tan costoso que pienso que me han remachado las comisuras con clavos del 20 y de tanto que transitan, tengo marcadas las líneas de las manos en la frente
.
Huir no es avanzar por mucho que susurre la lengua de serpiente del subconsciente.
Últimamente , cómo siempre, me sorprende en cada esquina la claustrofóbica sensación de que no podré huir mucho más de mi reflejo en los charcos.
http://www.youtube.com/watch?v=G04JqAkJ5lM&feature=related
Seguro que allí no hay nadie empeñado en aconsejarme:
¿qué te pasa?
No estudias, no trabajas".
El viaje a ninguna parte....